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lunes, 21 de abril de 2014

.- EL INFIERNO DE TOM .- 26 (PARTE 1 y 2)

CAP 26 (PARTE 1)
Mientras la casa estaba sumida en sombras y todo el mundo parecía estar durmiendo, Tom y ________ permanecían de pie en la cocina, contemplándose.
—No estoy seguro de que vayas lo suficientemente abrigada. Hace mucho frío ahí fuera —dijo, tocándole el chaquetón.
—No tanto como en Toronto —replicó ella, quitándole importancia.
—No estaremos mucho rato fuera. Mira lo que he encontrado. —Tom le mostró una bufanda larga, hecha de anchas franjas blancas y negras. Tras enroscarla alrededor del cuello de _______, le hizo una lazada—. Es de mi facultad en Oxford.
Ella sonrió.
—Me gusta.
—Te favorece. Y he encontrado otra cosa —añadió, mostrándole una vieja manta que le resultó familiar.
Alargando la mano, ______la acarició.
—¿Es nuestra manta?
—Eso creo, pero no será suficiente. He traído dos más. —Dándole la mano, la guió hasta el porche.
Estaba más oscuro que hacía un rato y hacía más frío, pero extrañamente, parecía como si no hubiera pasado el tiempo desde el momento en que, hacía tantos años, le dio la mano y lo siguió al bosque. Al recordar aquella noche, el corazón se le aceleró y respiró hondo para calmarse. Tom le apretó la mano.
—¿Qué pasa?
—Nada.
—Estás nerviosa, lo noto. Cuéntamelo.
Le soltó la mano y la abrazó por la cintura. Ella le devolvió el abrazo.
—La última vez que estuve en este bosque me perdí. Prométeme que no me dejarás sola otra vez.
—_______, no tengo ninguna intención de dejarte sola. No sabes lo importante que eres para mí. No quiero ni imaginarme lo que sería perderte. —El tono de voz de Tom había cambiado. Era una voz más baja, más tensa.
Su declaración la pilló por sorpresa.
—Si por cualquier razón nos separamos, quiero que me esperes. Te encontraré, te lo prometo. —Sacándose una linterna del bolsillo, iluminó el camino que desaparecía entre los árboles.
El bosque por la noche era espeluznante, una mezcla de árboles pelados esperando a que llegara la primavera y de pinos frondosos. _________ se sujetó de la cintura de Tom con más fuerza para no tropezar con alguna raíz. Cuando llegaron al extremo del huerto de manzanos, se detuvieron.
A ella le pareció más pequeño de lo que recordaba. La zona cubierta de hierba no había cambiado, igual que la roca. Los árboles eran los mismos, pero no tan grandes ni tan impresionantes como los recordaba. Todo tenía un aspecto mucho más melancólico y solitario, como si hubiera sido olvidado.
Tom la guió hasta el lugar donde habían estado, tantos años atrás, y extendió la manta en el suelo.
—¿Quién ha comprado la casa de Richard? —preguntó ________.
—¿Por qué lo preguntas?
—Por curiosidad. Dime que no ha sido la señora Roberts. Siempre la quiso.
Él le tiró del brazo para que se sentara a su lado y los cubrió a ambos con mantas. Ella se acurrucó a su lado y Tom la abrazó.
—La he comprado yo.
—¿De verdad? ¿Por qué?
—No podía permitir que la señora Roberts se la quedara y talara todos los árboles.
—¿Compraste la casa por el huerto?
—No soportaba la idea de que alguien más la comprara y destruyera la propiedad. O de no poder regresar aquí nunca más.
—¿Qué harás con ella?
—No lo sé. Tal vez la alquile. O me la quede como casa de veraneo. Pero no podía consentir que Richard se la vendiera a un desconocido.
—Ha sido un gesto muy generoso.
—El dinero no significa nada. Nunca podré pagarle lo que hizo por mí.
________ lo besó en la mejilla.
—¿Estás cómoda? —preguntó él con una sonrisa.
—Sí.
—¿Tienes frío?
Ella se echó a reír.
—No, estás generando una importante cantidad de calor.
—Pero estás demasiado lejos.
Incluso a la escasa luz de la luna, notó que los ojos de Tom se oscurecían. Se acercó un poco más a él y se estremeció cuando la sentó de lado sobre su regazo.
—Mucho mejor así —susurró, subiéndole un poco el chaquetón para poder acariciarle la suave piel de la espalda.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Por supuesto.
—¿Por qué no te llamas Clark de apellido? 
Tom suspiró.
—Kaulitz era el apellido de mi madre. Pensé que, si me lo cambiaba, sería como renegar de ella. Además, no soy un Clark. No realmente.
Permanecieron unos minutos en silencio, cada uno perdido en sus recuerdos, Tom acariciándole la espalda y _______ acurrucada contra su cuerpo. No parecía que él tuviera intención de iniciar una conversación, por lo que ella tomó la iniciativa.
—Me enamoré de ti al ver tu foto por primera vez. Me quedé muy sorprendida cuando te fijaste en mí aquella noche. No me podía creer que quisieras que te acompañara al bosque.
Tom le rozó los labios con los suyos, avivando el fuego que ardía latente bajo la superficie.
—Te apareciste a mí de entre las sombras. Una vez me preguntaste por qué no te hice el amor aquella noche. No me hizo falta. Bebí de tu bondad y eso fue suficiente para calmar mi anhelo.
________ habría apartado la vista, avergonzada, pero la vulnerabilidad que vio en los ojos de Tom la retuvo y se quedó explorando las profundidades de sus ojos.
—No me acuerdo de todo, pero sí recuerdo que pensé que eras muy hermosa. El pelo, la cara, la boca... Tu boca merece que le escriban sonetos, ________. Desde el mismo instante en que la vi, me moría de ganas de besarla.
Ella se apretó contra su pecho y, pasándole los brazos alrededor del cuello, se apoderó de su boca. Lo besó despacio pero con sentimiento, tirándole del labio inferior con los dientes y explorando su boca con la lengua.
Tom le sujetó la espalda con las dos manos, casi levantándola. _______ respondió cambiando de postura y montándose sobre él, que le gruñó en la boca ante la súbita e intensa conexión y la abrazó con más fuerza. Le acarició la espalda, subiendo hasta llegar a la tira del sujetador de encaje y bajando otra vez hasta la cintura de los vaqueros, amenazando con atravesar las fronteras que la protegían. Su piel era tan suave, tan delicada... Deseó verla a la luz de la luna. Sin que nada se interpusiera entre sus ojos y su piel.
Se apartó un poco al notar que se estremecía.
—¿Estás bien, amor mío?
Ella se sobresaltó al oír sus palabras, pero en seguida sonrió.
—Bien es poco. Yo... —Se interrumpió y negó con la cabeza.
—¿Qué pasa?
—Eres muy... intenso.
Echando la cabeza hacia atrás, Tom se echó a reír a carcajadas. Su pecho resonaba, lleno de buen humor, y a _________ le costó no contagiarse. Esperaba que no se estuviera riendo de ella. Con el pulgar, él le liberó el labio inferior de entre los dientes.
—Si te parezco intenso, menos mal que no sabes lo que estoy pensando ahora mismo.
Se removió inquieto. ________ no se había dado cuenta hasta ese momento, pero ya era imposible de ignorar. En el lugar donde sus cuerpos se juntaban, había solidez y mucho calor; la promesa de algo misterioso y muy satisfactorio.
Se ruborizó por la reacción del cuerpo de Tom ante su cercanía, pero no apartó la mirada.
—Cuéntamelo.
—Quiero hacerte el amor porque me importas. Quiero adorar tu cuerpo desnudo con el mío y descubrir todos sus secretos. Quiero darte placer, no unos minutos, sino durante horas, o días. Quiero ver cómo arqueas la espalda de éxtasis y mirarte a los ojos mientras te hago mía. —Tom suspiró y negó con la cabeza, con la mirada ardiente pero decidida—. Pero no aquí. Hace frío, sería tu primera vez y todavía tenemos cosas que aclarar.
Le besó la frente con ternura, preocupado porque ella pudiera pensar que la estaba rechazando.
—Quiero que te sientas segura y cómoda —continuó—. Quiero adorar cada centímetro de tu cuerpo y eso lleva tiempo. Y... necesitaremos más comodidades de las que nos puede proporcionar este huerto. —Sonriendo, alzó una ceja—. Por supuesto, mis deseos tienen poca importancia. Lo que importa es lo que desees tú.
—Creo que está bastante claro.
—¿Lo está? —preguntó él, inseguro.
________ se le acercó para besarlo en los labios, pero sólo lo alcanzó en la barbilla.
—No estaría aquí con el frío que hace si no quisiera estar contigo.
—Siempre es agradable oírlo decir en voz alta.
—Tom Kaulitz, te deseo —susurró ella—. De hecho, yo... —Se mordió el labio para no decir una palabrota.
—Di lo que quieras —la animó él—. No pasa nada. Di lo que sientes.
—Quiero que seas el primero. Soy tuya, Tom, si me quieres.
—No hay nada que quiera más.
Esta vez, fue él quien se apoderó de su boca, besándola con determinación. Su beso, lleno de promesas, prendió fuego en las entrañas de _________, despertando y alborotando su deseo.
Tom la deseaba. Nunca lo había ocultado. Siempre se lo había demostrado con sus besos, pero la línea que separaba el deseo carnal y el afecto era muy tenue y fácil de malinterpretar. _______ ya no era consciente de esa distinción. Lo único que existía para ella eran sus cuerpos unidos y sus bocas conectadas, mientras sus manos se exploraban suavemente. En el huerto, que era su paraíso, sólo había dos casi amantes. No existía nada ni nadie más.
Mientras sus besos se volvían más apasionados, él se echó hacia atrás en la manta hasta quedar tumbado en el suelo, con ella arrodillada encima. El pecho de _______ se pegó al de Tom y entre sus caderas notó una fricción muy agradable. Se dejó caer, presionando descaradamente sus curvas contra él. Nunca había experimentado nada igual. Tom le permitió que siguiera, pero sólo un poco más. Liberándose de sus labios, le acarició las mejillas con los pulgares, mirándola con pasión.
—Ardo por ti, _______, pero es mucho más que hambre física. Te deseo completamente. —Negó con la cabeza, suspirando—. Odio hacer esto, pero hay unas cuantas cosas de las que tenemos que hablar.
Ella también suspiró.
—¿Como cuáles?
—Como el viaje a Italia. Tendría que habértelo contado antes. 
________ se incorporó lentamente.
—Los profesores viajan por trabajo. Ya lo sé —dijo, mirando la manta.
Tom también se sentó.
—________. —Le alzó la barbilla con un dedo—. No te escondas de mí. Dime lo que piensas.
Ella se retorció las manos.
—Sé que no tengo derecho a exigirte nada, pero me ha dolido que Richard se enterara antes que yo.
—Tienes todo el derecho. Soy tu novio. Deberías haber sido la primera en saberlo.
—¿Eres mi novio? —murmuró ella.
—Soy más que eso. Soy tu amante.
Las palabras de Tom y, sobre todo, su voz, baja y sensual, le provocaron un escalofrío.
—¿Sin sexo?
—Los amantes tienen una relación íntima a muchos niveles. Tienes que entender que deseo ese tipo de relación contigo. Sólo contigo. El término «novio» se queda corto. Y siento mucho haberte hecho daño. El viaje salió en la conversación mientras hablábamos del tema de la casa, porque afectaba a las gestiones que tenemos que hacer. Recibí la invitación de los Uffizi hace unos meses, antes de que tú llegaras a Toronto. He estado a punto de sacar el tema varias veces, pero al final no he encontrado el momento. Supongo que esperaba a que estuviéramos más cómodos en nuestra relación.
Ella lo miró con interés.
—Quería que el viaje a Florencia fuera tu regalo de Navidad. No quiero ir solo. La idea de dejarte ahora, de separarme de ti... —La voz se le volvió más ronca—. Pero tenía miedo de que te negaras. Que pensaras que era un truco de seducción.
Ella lo miró con el cejo fruncido.
—¿De verdad quieres que vaya contigo?
—Si no me acompañas, preferiría no ir. 
________ sonrió y lo besó.
—En ese caso, gracias por la invitación. Acepto.
Tom sonrió aliviado y le enterró la cara en el pelo.
—Después de lo que pasó con la ropa, estaba convencido de que me dirías que no. Si quieres, reservaré habitaciones separadas. Y te sacaré un billete abierto para que puedas volver si decides...
—Tom, te he dicho que acepto. De todo corazón. No se me ocurre una persona con la que me gustaría más ir a Florencia. Y quiero compartir habitación contigo. —Lo miró tímidamente—. El semestre ya habrá acabado. No estaremos rompiendo ninguna norma si... si me llevas a tu cama y me haces tuya.
Él la interrumpió con un beso abrasador.
—¿Estás segura? ¿Estás segura de que quieres que sea el primero?
Ella lo miró muy seria.
—Siempre has sido tú, Tom. Nunca he querido a otro. Tú eres el hombre que he estado esperando.
_______ inició un beso suave, que pronto aumentó de intensidad.
Instantes después, estaba tumbada sobre él. Sus cuerpos estaban pegados y, sin embargo, deseaba estar aún más cerca. Lo deseaba aún con más fuerza que durante su tango en el museo.
Tom interrumpió el beso, jadeando, y le besó el cuello, evitando cuidadosamente la marca que le había dejado hacía unas horas. Cuando la besó en la zona del nacimiento del pelo, ella gimió y le entrelazó las manos en la nuca.
—Es demasiado arriesgado, amor mío. Si sigo besándote así, no voy a poder parar.
A pesar de sus protestas, las manos de Tom siguieron resiguiendo las curvas de su trasero y de sus caderas, provocándola, excitándola. ________ trató de besarlo una vez más, pero él se lo impidió sujetándole la cara con una mano.
—Si sigues así, voy a tomarte aquí y ahora —susurró—. Te mereces algo mejor. Te lo mereces todo y eso es lo que voy a darte.
Ella se apoyó en un codo.
—Además, no hemos acabado de discutirlo todo. —La voz de Tom ya no era ronca ni sexy. Aclarándose la garganta, respiró hondo un par de veces antes de seguir hablando—. Si estás tomando la píldora, no digo nada, pero debes saber que no hace falta que te preocupes por quedarte embarazada.
—No te entiendo.
—No puedo tener hijos, _______. 
Ella lo miró, parpadeando.
—¿Deseas tener hijos? Tal vez debería haber sacado el tema antes. —La miró inseguro.
Ella guardó silencio mientras asimilaba la noticia.
—No vengo de un entorno familiar feliz. Alguna vez he pensado que sería agradable casarme y tener un bebé, pero nunca demasiado en serio.
—¿Por qué no?
_______ se encogió de hombros y miró hacia otro lado.
—Nunca pensé que encontraría a nadie que me amara. No soy precisamente sexy. Soy tímida. Y débil.

CAP 26 (PARTE 2)

—Oh, ______. —Él la abrazó y la besó en las mejillas—. Te equivocas. Eres increíblemente sexy. Y no eres débil en absoluto.
Ella jugueteó con la solapa de la cazadora de cuero de Tom.
—Siento que no puedas tener hijos. Pero muchas parejas tienen problemas de concepción.
Él se tensó.
—Mi situación no tiene nada que ver con la de ellos.
—¿A qué te refieres?
—Su infertilidad es natural. —Tom entrecerró los ojos y la miró con preocupación.
________ levantó una mano para acariciarle la mejilla.
—¿Te disgustaste mucho al enterarte? 
Él le agarró la muñeca y la apartó.
—Me sentí muy aliviado, ________. Y no me enteré.
—No te entiendo.
—Fui yo el que tomé la decisión de esterilizarme al salir de rehabilitación.
Ella tragó saliva ruidosamente.
—Oh, Tom. ¿Por qué?
—Porque alguien como yo no debe reproducirse. Te conté la historia de mi padre. Y te conté cómo era cuando me drogaba. Me pareció una irresponsabilidad dejar abierta la puerta a una posible paternidad. Así que tomé esa decisión y no pienso cambiar de idea. No quiero tener hijos. Nunca.
Se volvió para mirarla. Al cabo de unos momentos de silencio, continuó:
—Pero no contaba con que tú aparecieras en mi vida. Ahora casi me arrepiento de mi decisión, aunque, créeme _______, es mejor así. —Se tensó, como preparándose para recibir una embestida—. Tal vez ahora cambies de opinión sobre tu relación conmigo.
—Tom, por favor... Dame un minuto. —Se sentó a su lado mientras procesaba toda esa nueva información.
Él la tapó con una de las mantas. ________ era consciente de que no se lo había contado todo. Tenía que haberle pasado algo muy traumático como para hacerlo tomar esa decisión tan drástica. Tenía que haber algo más, aparte de sus orígenes y adicciones.
¿Importaría de verdad? ¿Habría algún secreto capaz de matar su amor por él?
Tom permanecía inmóvil bajo la luz de la luna, esperando su respuesta. Los minutos le estaban pareciendo horas.
«Le amo. Nada de lo que me diga podrá matar ese sentimiento. Nada.»
—Lo siento, Tom. —_______ le rodeó el cuello con los brazos—. Sigo queriéndote. Me imagino que en algún momento tendremos que volver a hablar de esto, pero por ahora me vale con lo que me has contado.
Él pareció sorprendido con sus palabras. Luego, la suave aceptación de ella lo emocionó. Le costó encontrar las palabras adecuadas.
—________, necesito decirte quién soy. Lo que soy en realidad —dijo con énfasis.
—Escucharé todo lo que quieras contarme, pero eso no cambiará nada. Siempre has sido tú, Tom.
Él le sujetó la cara entre las manos y la besó dulcemente, como si quisiera unir sus almas.
—Siempre has sido tú, ______. Sólo tú.
La abrazó y se tranquilizó al oler su aroma. De repente, el futuro parecía posible. Tenía esperanza. Tenía fe en que tal vez, sólo tal vez, cuando ella lo supiera todo, lo mirara con aquellos grandes ojos castaños y le dijera que seguía queriéndolo.
«La amas.»
Otra vez la voz salió de la nada, pero en esta ocasión Tom la reconoció. Y, en silencio, le dio las gracias.
—Pareces estar muy lejos de aquí, amor mío. —_______ sonrió al utilizar el mismo término cariñoso que él.
Él le dio un beso suave.
—Estoy justo donde quiero estar. Tal vez hoy no sea la mejor noche para compartir secretos, pero no puedo llevarte a Italia sin contártelo todo. Y también me gustaría que tú lo hicieras. —La miró con seriedad—. No puedo pedirte que desnudes tu cuerpo sin pedirte también que desnudes tu alma. Y quiero hacer lo mismo contigo. Espero que lo entiendas.
Con los ojos, trataba de expresar que lo estaba haciendo por ella.
________ asintió lentamente. Tom unió los labios a los suyos. Ella suspiró, apoyando la cabeza en su pecho y escuchando los latidos fuertes y regulares de su corazón. El tiempo pasó o tal vez se detuvo.
Dos casi amantes se entrelazaban como la hiedra bajo el cielo de noviembre, con la luna y las estrellas como única iluminación.

A la mañana siguiente, _______ se despertó temprano y fue a darse una ducha. Se vistió, hizo la maleta y llamó a la puerta de la habitación de Tom a las ocho en punto. Pero no hubo respuesta. Acercó la oreja a la puerta y escuchó. Nada, ni un movimiento, ni un ruido.
Arrastró su maleta de ruedas por el pasillo y la bajó a la planta baja. Al asomarse al salón, vio a Richard y a Rachel sentados en un sofá. Ella estaba llorando y su padre trataba de consolarla.
________ soltó la maleta, que se cayó al suelo, atrayendo la mirada de padre e hija. Empezó a disculparse, pero la interrumpieron en seguida.
—No pasa nada, _______—dijo Richard—. ¿Has dormido bien?
—Sí, gracias. Rachel, ¿estás bien? 
Su amiga se secó los ojos.
—Perfectamente.
—¿Por qué no habláis un poco las dos mientras yo preparo el desayuno? A Rachel le gustan las tortitas con arándanos. ¿Y a ti te gustan, _______? —Richard se levantó y señaló hacia la cocina.
—Gracias, pero he quedado con mi padre en Kinfolks para desayunar a las nueve.
—Te llevaré en coche, pero deja que prepare unas tortitas antes.
Cuando Richard desapareció, _________ se sentó al lado de su amiga y le rodeó los hombros con un brazo.
—¿Qué ha pasado?
—He discutido con Aaron. Parecía malhumorado esta mañana y le he preguntado qué le pasaba. Ha empezado a hablar de la boda y me ha preguntado si pensaba fijar la fecha alguna vez. Cuando le he dicho que quería esperar un poco, me ha preguntado que cuánto tiempo era un poco. —Levantó los brazos al cielo, frustrada—. Cuando le he vuelto a decir que no lo sabía, ¡me ha preguntado si quería romper el compromiso!
Ella ahogó una exclamación de sorpresa.
—Nunca discutimos, pero esta vez estaba tan alterado que ni siquiera me miraba a la cara. Y en mitad de la discusión, se ha metido en el coche y se ha ido. No sé adónde ni si piensa volver —añadió Rachel, sollozando.
_______ la abrazó con fuerza.
—Claro que va a volver. Estoy segura de que debía de estar molesto consigo mismo por discutir contigo y que se ha ido a dar una vuelta para calmarse.
—Papá nos ha oído y, claro, ha querido saber por qué estaba retrasando la boda. —Rachel volvió a secarse las lágrimas con las manos—. Dice que Aaron tiene razón, que no puedo poner mi vida en espera. Y que mamá se disgustaría si se enterara de que estaba retrasando la boda por su culpa. —Los ojos volvieron a llenársele de lágrimas.
—Tu padre tiene razón. Merecéis ser felices. Aaron te quiere mucho. Lo único que desea es casarse contigo. Tiene miedo de que te hayas arrepentido.
—No me he arrepentido. Le quiero, desde siempre.
—Pues díselo. Te llevó a una isla para que pudierais estar a solas tras el funeral. Ha tenido paciencia con todo. Estoy segura de que aceptará la fecha que le des; sólo quiere fijar una.
Rachel sorbió por la nariz.
—No sabía que le preocupara tanto.
—Tal vez deberías desayunar algo antes de llamarlo. Deja que se calme un poco y luego os vais a dar un paseo y lo habláis. No podéis arreglar las cosas aquí, con tanta gente alrededor.
Rachel se estremeció.
—Menos mal que no ha sido Scott el que nos ha oído. Él se habría puesto de mi lado y Aaron se hubiera enfadado aún más.
En ese momento, la puerta de la calle se abrió y volvió a cerrarse y Tom entró en el salón. Tenía el pelo húmedo y alborotado, como si volviera de correr, y llevaba un chándal Nike negro. Mientras se acercaba a ellas, se quitó los auriculares de las orejas y apretó un botón del iPhone.
Paseó la mirada entre ________ y Rachel antes de preguntar:
—¿Qué pasa?
—Aaron y yo hemos discutido —respondió Rachel, cuyos ojos habían vuelto a llenarse de lágrimas.
Acercándose a ella, Tom la abrazó y le dio un beso en la coronilla.
—Lo siento, Rach. ¿Dónde está?
—Se ha ido.
Él negó con la cabeza débilmente. Le dolía ver sufrir a su hermana.
Antes de poder preguntar nada más, Richard salió de la cocina, anunciando que el desayuno estaba en la mesa.
—_______, dame cinco minutos y te llevaré a Kinfolks.
Tom soltó a Rachel.
—¿Por qué? ¿Qué pasa?
—_______ ha quedado con su padre a las nueve. 
Tom miró la hora.
—Todavía no son las ocho y media.
—No pasa nada. Puedo esperar allí tomándome un café —dijo ella sin mirarlo. Odiaba ser una molestia.
—Deja que me duche y te llevo yo. Igualmente tengo que pasar por la inmobiliaria.
Ella asintió y los tres entraron en la cocina mientras Tom se duchaba. Entre tortita y tortita, Rachel sacó un collar del bolso y se lo puso a ________ alrededor del cuello.
—¿Qué es esto? —preguntó ella, acariciando las perlas, sorprendida.
—Era de mamá. Nos gustaría que tuvieras un recuerdo suyo.
—No puedo aceptarlo, Rachel. Debes tenerlo tú.
—Yo tengo otro —la tranquilizó su amiga con una sonrisa.
—¿Y Scott?
Rachel se echó a reír.
—Scott dijo que no eran de su estilo.
—Queremos que lo tengas tú —le aseguró Richard, mirándola con cariño.
—¿Estáis seguros?
—¡Por supuesto! —Rachel la abrazó, agradecida por poder devolverle tanta amabilidad de un modo tangible.
_______ se sentía abrumada, pero se aguantó las lágrimas por Richard.
—Gracias. A los dos.
Él le dio un beso paternal en la cabeza.
—A Grace le habría encantado verte con algo suyo.
—Debería darle las gracias también a Scott. 
Rachel puso los ojos en blanco y resopló.
—No se levantará hasta el mediodía. Aaron y yo tuvimos que encender el equipo de música ayer por la noche para no oírlo. Sus ronquidos atravesaban la pared. —Rachel miró a su padre, que tenía el cejo fruncido— Lo siento, papá, pero es la verdad. Si quieres, ven a cenar mañana con tu padre. Scott estará y podrás darle las gracias.
_______ asintió, acariciando las perlas, maravillándose de su esférica perfección.

Tom y _______ no hablaron mucho de camino al restaurante. Casi todo lo que tenían que decirse ya se lo habían dicho. Durante el trayecto, se tomaron de la mano como dos adolescentes. Ella le dedicó una sonrisa radiante cuando él le dio su bufanda del Magdalen College y le dijo que quería que se la quedara. Cuando llegaron al restaurante, John no había llegado todavía.
—Hemos tenido suerte —dijo ______, aliviada.
—Tendrá que enterarse tarde o temprano. Si lo prefieres, se lo digo yo.
Ella lo miró para ver si hablaba en serio. Y vio que sí.
—Me dijo que me mantuviera alejada de ti. Cree que eres un delincuente.
—Razón de más para que me dejes hablar con él. Ya demasiada gente te ha tratado mal.
—Tom, mi padre nunca me ha tratado mal. No es mala persona. Sólo está un poco mal informado.
Él se frotó la boca, pero no dijo nada.
—No voy a decirle nada hasta que haya terminado el semestre. Será más fácil por teléfono. Pero ahora será mejor que entre. Llegará en cualquier momento.
Tom la besó suavemente y le acarició la mejilla con el dorso de la mano.
—Llámame luego.
—Lo haré.
Con un último beso, _______ salió del todoterreno.
Él sacó el equipaje del maletero y lo dejó a los pies de ella, inclinándose para susurrarle al oído:
—Ya me estoy imaginando nuestra primera vez.
________ se ruborizó y murmuró:
—Yo también.
John Mitchell era hombre de pocas palabras. Tenía un aspecto sorprendentemente anodino. De estatura regular, constitución regular, pelo castaño ni muy claro ni muy oscuro, y ojos asimismo castaños. A pesar de su fracaso como padre y sus posibles defectos como marido, era un voluntario dedicado, que participaba activamente de la vida de la comunidad. De hecho, su reputación entre los ciudadanos de Selinsgrove era excelente y su opinión sobre temas municipales era siempre bien recibida.
________ y él pasaron un agradable día juntos. Los clientes habituales de Kinfolks recibieron a la hija de John con los brazos abiertos y el hombre pudo presumir ante ellos de lo bien que le iban las cosas en la universidad. Hasta les dijo que iba a presentar una solicitud para Harvard para el curso siguiente.
Luego fueron a dar un paseo en la furgoneta. John le enseñó los nuevos edificios en construcción, señalando lo mucho que había crecido el pueblo durante su corta ausencia. Más tarde la llevó a una charla sobre primeros auxilios que se estaba dando en el cuartel de bomberos, para que sus compañeros pudieran decirle a _______ lo mucho que su padre hablaba de ella. Finalmente, fueron a comprar. John nunca tenía mucha comida en casa. Esa tarde, se perdió el partido para ver juntos una película. Se trataba de la versión del director de Blade Runner, una película que les apetecía ver a los dos.
Al acabar, _______ le alcanzó una cerveza, animándolo a ver el partido mientras ella preparaba el famoso pollo a la Kiev. Al quedarse sola al fin, le envió un mensaje a Tom:

T, estoy preparando el pollo a la Kiev de Grace y una tarta de merengue de limón para papá. Él está mirando el partido. Espero que estés pasando un buen día. Te llamaré hacia las seis y media.
Tu _______. Besos

Poco después, mientras preparaba dos cazuelas con pollo a la Kiev —una para esa noche y otra para que su padre la congelara—, su iPhone la avisó de que tenía respuesta.


Mi ______, te he echado de menos. Aquí también estamos mirando el partido. R y A han hecho las paces y han fijado una fecha. Creo que Richard hace milagros. ¿O has sido tú? No sabes lo mucho que significa para mí oírte decir que eres mía. Ya estoy deseando oír tu voz.
Soy tuyo, Tom
Muchos besos

_______ fue casi flotando hasta la cocina, muy animada por las palabras de Tom y por los recuerdos de la noche anterior. Su sueño se estaba haciendo realidad. Tras años de espera, Tom iba a ser el primero.
Todas las lágrimas, el sufrimiento y la humillación vivida con Simon dejaban de tener importancia. Había esperado al hombre de sus sueños y ahora tendría la primera vez que siempre había soñado.
¡Y en Florencia, nada menos! Tenía muchas cosas por las que sentirse agradecida, incluidas las perlas que llevaba al cuello. No le cabía ninguna duda de que Grace había desempeñado un papel en todo lo que le estaba sucediendo, así que le susurró unas palabras de agradecimiento.
Cuando hubo acabado de preparar las cazuelas de pollo, metió una en el horno y guardó la otra en el congelador del sótano. Al abrirlo, la sorprendió encontrarse con un montón de comida preparada, guardada en fiambreras o envuelta en papel de plata. Muchas llevaban una notita de «Con amor, Deb».
______ ignoró su rechazo al verlas. Deb Lundy era una buena mujer y parecía cuidar bien de john, pero su hija Natalie era harina de otro costal. Si Deb y John decidieran irse a vivir juntos o, Dios no lo quisiera, casarse, las cosas se le pondrían muy difíciles a ______ para ver a su padre.
Intentando no pensar en Deb y Natalie, se concentró en preparar el postre favorito de su padre: tarta de merengue de limón. Aunque la que le gustaba era la que servían en Kinfolks, ella quiso hacerle uno.
Estaba metiéndola en el horno cuando sonó el teléfono. John respondió y empezó a maldecir a gritos. Tras una breve conversación sobre lo que parecían temas relacionados con el trabajo, colgó el teléfono bruscamente y desapareció en el piso de arriba. Al volver a bajar, llevaba puesto el uniforme.
—_______, tengo que irme.
—¿Qué ha pasado?
—Hay un incendio en la bolera. Los chicos ya están allí, pero creen que puede haber sido provocado.
—¿En Best Bowl? ¿Cómo...?
—Eso es lo que voy a averiguar. No sé a qué hora volveré. —Casi en la puerta, se volvió—. Siento no quedarme a cenar. Tenía muchas ganas de probar lo que has preparado. Nos vemos luego.
______ lo miró por la ventana mientras salía marcha atrás con el coche y desaparecía. Sin duda, Tom estaría cenando con su familia; no era buena hora para llamarlo. Esperaría a que fueran las seis y media.
Cuando la alarma del reloj la avisó, sacó la tarta del horno y aspiró su aroma, dulce y ácido a la vez. Mientras esperaba a que se enfriara, guardó el pollo a la Kiev en la nevera. Lo dejaría para el día siguiente. Esa noche cenaría un sándwich.
Un cuarto de hora más tarde, oyó que la puerta se abría y se cerraba.
Cogió un plato para servirle un trozo de tarta a su padre.
—¿Cómo has podido volver tan de prisa? Acabo de sacar la tarta del horno —le dijo desde la cocina.
—Me alegra saberlo, ______.
Al oír esa voz, el plato se le escurrió de entre los dedos, haciéndose añicos contra el suelo de linóleo de la cocina.




HOLA!! COMO ESTAN? ... BUENO, PARA EMPEZAR, POBRE RAYITA CON LO DE SU PAPA ... ME DA LASTIMA QUE PREFIERA SU TRABAJO A QUEDARSE CON ELLA Y ELLA QUE LE PREPARO LA COMIDA PARA COMER JUNTOS Y EL MENDIGO VEJETE SE LARGA -.- ... BUENO ... PREGUNTA: ¿QUIEN CREEN USTEDES QUE LLEGO? ... ¿QUE SE IMAGINAN QUE PASARA EN EL SIG. CAPS -... ESPERO VER SUS RESPUESTAS :)) ... BUENO ME DESPIDO Y YA SABEN .. SI VEO MAS DE 4 COMENTARIOS O MAXIMO 4 COMENTARIOS LES AGREGO SINO ... NO ... HASTA PRONTO

4 comentarios:

  1. :O no puedo creer creer q Tom sea infertil :s q mal de verdad bueeh, me encanto esas palabras q le dijo a (Tn) se nota q la ama y la respeta q lindooo y q sera lo q el le contara mas adelante?? estoy muy intrigada, :O quien habrá sido el q llego q a (Tn) se le cayo el platooo q no sea el q estoy pensando xq hay si las cosas se van a poner feas :s y mas cuando Tom se entere huyyy ya quiero saber lo q pasara en el próximo cap sube mañana pleaseee estoy muy intrigada amo tu fiiic!!!

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  2. Simon!! Estoy segura que es él!! No puede ser.. Tom tiene que ir a us rescate rápidoo!! Ojala no pase nada maloo pobre (tn)..

    Ay no Tom no puede ser infertil.. Noo yo quiero q tengan hijos!! Ahora habrà ahi estoy segura..

    Virgi porfavor no dejes de subir porfaa!!

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  3. Diosssss que malo el padre, pero bueno aveves el trabajo es el trabajo, espero que no sea simon..... aunque algo me dice que es el, espero que _________ pueda llamar a tom o algo para que vaya ynla defienda, siguela por favor esta genial

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  4. uuuffff !!!! quien sera D: eso me pone nerviosa !!! plz sube pronto !!! nos dejas mucho con intriga !!! esto esta demasiado bueno !!! *-* AMO A TOM !!! *-*

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